El Museu de les Ciències de Valencia ha incorporado a la exposición ‘Bosque de Cromosomas’ varios ejemplares de caballitos de mar, en concreto Hippocampus abdominalis (Caballito de mar barrigudo), uno de los más grandes que existen.
Estos curiosos peces pueden contemplarse en el acuario instalado en el módulo dedicado al cromosoma 11 en el que se explica la regeneración celular. Algunos de los genes humanos implicados en el proceso de la cicatrización de la piel, como el MMP1 y el PCDH16, se encuentran en este cromosoma. Dado que el proceso herida-cicatrización en un ser humano es conocido por el público visitante, se ha querido mostrar dos especies distintas (un equinodermo y un pez) que tienen una capacidad de regeneración superior.
En concreto, los caballitos de mar son capaces de regenerar los cirros dérmicos y sus aletas. En el acuario conviven con varios ejemplares de estrellas de mar común Marthasterias glacialis. Esta especie puede producir nuevos brazos al perder los originales e incluso formar dos o tres miembros donde antes había uno. Además, son capaces de regenerar todo el cuerpo a partir de un solo brazo amputado que ha conservado parte del disco central.