La Sala de Exposiciones Municipal del Ayuntamiento de Valencia ha vuelto a abrir sus puertas tras las obras realizadas de remodelación, con la inauguración de la exposición “La Casa de la Ciudad y el Buen Gobierno”. Esta muestra, hace un recorrido histórico por los edificios que han albergado las instituciones municipales en València desde los tiempos de Jaume I hasta la actual Casa Consistorial.
De forma paralela, la exposición aborda los principios del buen gobierno y su representación desde el punto de vista arquitectónico.
El material expositivo permite hacer un recorrido histórico que comienza en 1239, año en el que el Rey Jaume I cede un edificio en la plaza de la Almoina que se convertiría en Casa de la Cort y que acogía también las reuniones del Consell Municipal. Posteriormente se adquiriría otro edificio en la actual plaza de la Virgen que se ampliaría, a partir de 1376 con un gran salón para las reuniones de los representantes de la ciudad. La exposición muestra con detalle las diferentes etapas constructivas por las que atravesó este edificio, la Casa de la Ciudad, símbolo del poder municipal durante seis siglos, hasta que fue completamente demolido en 1860.
Precisamente una de las piezas que se muestran en la exposición es una lápida romana que se reutilizó en 1376 para la reforma de la Casa de la Ciudad y en la que se puede observar la antigua inscripción romana y la posterior inscripción en valenciano realizada en el siglo XIV. Otra de las piezas destacadas es un Pergamino con un privilegio que concedía Jaume I para impartir justicia.
La muestra dedica un amplio espacio a la obra de Francesc Eiximenis, monje franciscano, intelectual destacado en su época que estudió en diversas ciudades europeas y que residió en el convento de San Francisco de València. A través de alguna de sus obras más conocidas “El llibre dels àngels” y “Lo Crestià”, con el capítulo dedicado al “Regiment de la cosa pública”, la exposición aborda la transición desde la concepción medieval de la ciudad hacia el redescubrimiento de la ciudad-estado. En un espacio concebido a modo de “bosque de pilares” se representan los principios del buen gobierno según la obra de Eiximenis.
